
Jornada intensa para la sección alevín del CA Cuenca en el Campeonato Provincial de Pista, donde el equipo Alevín Femenino se proclamó campeón provincial y el Alevín Masculino subcampeón
La temporada oficial de pista avanza hacia su fin y, en cada jornada en la que los atletas del CA Cuenca/EMA Cuenca toman partida, cobran unos resultados que nunca antes han logrado, da igual el lugar y los rivales. El pasado sábado ha sido en Tarancón, en el Campeonato Provincial de Pista, donde el equipo Alevín Femenino se ha proclamado campeón provincial y el Alevín Masculino subcampeón. Ha sido su única competición de la temporada en pista, no tendrán más, ni regional, ni nacional; por eso, para ellos, esta prueba lo representa todo: es su particular “Campeonato de España”.

Los protagonistas han sido María García, Ruth Díaz, Cristina Patricio, Lydia Ballesteros, Javier Malla, Pedro Malla, Asier Díaz, Rodrigo Serrano y Adrián Sevilla. Estos niños y niñas de diez y once años, incluso menores, como todos, no entienden aquello de que “lo importante es participar”, por mucho que se les inculque; un niño de esta edad quiere ganar en todo: a las chapas, a los cromos, una carrera… Y si la competición además es por equipos, elevado a la enésima potencia. De ahí proviene su tremenda demostración de alegría cuando lo consiguen, y la de sus acompañantes contagiados.
En esta categoría alevín algunos principiantes ya logran sus primeras medallas individuales en lo que para ellos es su “alta competición”, sea campo a través o pista. Pero también obtienen trofeo y medallas cuando la competición tiene el carácter de equipo. “EQUIPO” es lo que quieren absolutamente todos, desde los alevines a los promesas, pasando por infantiles, cadetes, juveniles y júnior. Y los absolutos también, aunque se tenga que completar con atletas de categorías menores.

Saben que en una competición por equipos todos son importantes y todos se sienten importantes. Se trata de sumar puntos, unos más y otros menos, como es lógico, pero sumar todos como prioridad. Su implicación es máxima por no fallar al equipo, por lograr el mejor resultado para el equipo. Y si llega el momento del pódium es el equipo entero el que recibe el premio, su copa… y la alegría se multiplica porque es un premio de todos.