El San José Obrero volvió a cambiar su casa. Esta vez jugó como local en La Fuensanta. En lo que va de temporada, apenas ocho jornadas, ya ha jugado también en La Beneficencia y Los Tiradores. Allí recibía al Fuensalida, que llegaban con ansia de puntos, pues son penúltimos en la clasificación.
Pero pronto se plantó el equipo de Toño Taravilla en el campo y dijo que ahí iba a dominar él. A pesar de todo, la primera ocasión la tuvo Ángel García, que con una gran volea obligó a sacar la capa de superhéroe a Mantecón que despejó con una bonita estirada.
Lo que llegó fue el gol, pero del San José.Pocas jugadas después Saúl Morena hacía de las suyas en banda izquierda. Puso el balón al área pequeña, dónde Óscar de la Osa tuvo tiempo de parar el balón, girarse y rematar a puerta para poner el primer tanto en el marcador.
En la primera mitad pudo llegar más de un gol para los obreristas, que asediaban la meta de Raúl Rodríguez. Sin embargo Xavi, Rober, o Saúl no pudieron con él.
Todo fue más sencillo en la segunda mitad. Solo cinco minutos habían pasado desde el inicio cuando Rober ponía el segundo tanto en el marcador. Aprovechó una internada desde la derecha para encontrar el pasillo al gol. En el palo corto puso la pelota y en su cuenta particular el primero. Y es que solo dos segundos después haría el doblete. Todo comenzó en un saque de banda y fugazmente el balón cayó en sus pies solo contra el portero. Una volea precisa ponía el tercero y la tranquilidad en la parroquia de las 500.
Toño entonces comenzó con el carrusel de cambios. Recuenco, Rufo y Pinedo saltaron al campo antes del cuarto y, a la postre, último gol. Una jugada en la que tuvo mucho que ver, de nuevo, Rober. El avispado delantero se metió desde la izquierda al área, consiguiendo librarse de las arremetidas del lateral. En el segundo palo esperaba Chito el pase de la muerte, que solo tuvo que empujar.
Los dos delanteros dejaron su sitio a Cacha y Kameni. Éste último está como loco por marcar con el Obrero. Hoy no fue su día. Falló en el área pequeña un cabezazo, que se fue alto. Poco después Saúl Morena lanzaba una falta al travesaño.
En la última jugada, Kameni demostró de lo que es capaz. Se revolvió dentro del área para quedarse solo ante el portero, pero recibió el penalti. Con confianza cogió el balón el ex del Ciudad de Cuenca. Lo lanzo bien, fuerte, abajo y a un lado del portero, pero Rodríguez adivinó. Mala fortuna que no debe ser inquietante para él, pues el gol llegará.
Son tres puntos más que pueden aupar al San José en la clasificación. Lo importante, conseguir la victoria.
