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Vanesa Alonso y Beatriz Sahuquillo: «En el voleibol en Cuenca todo queda en familia»

Beatriz (izquierda) y Vanesa (derecha), en una formación del C.V. Hervás Femenino
Beatriz (izquierda) y Vanesa (derecha), en una formación del C.V. Hervás Femenino

Vanesa Alonso y Beatriz Sahuquillo son jugadores del equipo sénior femenino del Club Voleibol Hervás. Son amigas y eso se nota en la complicidad que tienen pero no son las únicas. Todo el equipo supone un conjunto de amigas que canalizan su fortaleza y lo bien que se llevan a través del deporte y en concreto del voleibol.

Vanesa y Bea llevan toda la vida jugando y además siempre lo han hecho el C.V. Hervás: «El voleibol es ya media vida, es una parte de ti» dice Vanesa. Se ha convertido en su rutina y en un complemento vital hasta el punto de no saber vivir si practicar voleibol: «Es algo que haces diariamente y que ya es algo que hay en tu vida, simplemente me encanta y por eso lo hago» afirma Bea.

Pero ambas se quejan del poco arraigo que tiene este deporte tanto a nivel general como más local en Cuenca: «El voleibol tiene poco peso en el panorama deportivo conquense» se queja Bea. «Hay poco conocimiento del voleibol en Cuenca y poco interés por él» la apoya Vanesa.

Al final afirman que en el voleibol en Cuenca y en el C.V. Hervás en concreto, todo acaba quedando en familia y son los familiares y amigos los que van dando vida a la base que siempre ha tenido el club: «El club lo conocen los que estamos, los que ha estado, familias y algunos amigos. Al final todo queda en familia» afirma Vanesa.

De esta forma, sus comiezos en el voleibol fueron de esa manera. Entraron porque conocían a alguien que les habló del deporte y las enganchó a practicarlo: «Casi todas hemos empezado porque tenemos familiares o amigos que te convencen» dice Bea. «HAy años que se apunta gente nueva pero lo normal es que siempre seamos más o menos los mismos y nos conocemos todos» concluye Vanesa.

Además ambas jugadoras intentan establecer las causas del poco arraigo de este deporte tanto a nivel general como local. A nivel general, Bea sitúa gran parte de la culpa en las retransmisiones televisivas y los medios de comunicación: «En la televisión no aparece nada de voleibol. Desde que eres pequeño ves fútbol o baloncesto pero ningún niño puede ver voley en la tele y decidir que le gusta. Si no lo ves no te puedesenganchar».

A nivel más localizado, Vanesa sitúa las causas en el poco conocimiento del deporte y en el poco interés que hay en él: «La gente dice que si vas a ver voleibol y no sabes te aburres. Lo cierto es que amí jugar me encanta y verlo no tanto». Desde el club trabajar para romper las barreras de este desconociemiento aunque son barreras muy poderosas y al final entre red y red se ven las mismas caras: «Cada año proponemos hacer cosas para atraer a más gente pero al final no cuajan y eso es un problema» dice Bea. «En los torneo como el que hacemos en verano de voley-playa siempre acabamos jugando nosotros y estamos allí los de siempre.

Pese a todo, estas jugadores no conciben su vida sin este deporte y no se plantean para nada dejarlo: «Es nuestra forma de hacer deporte y ya es parte de nuestra vida» dice Vanesa. «Además estudiamos aquí y no hay impedimentos para practicarlo» reafirma Bea.

En cuanto al aspecto económico ambas afirman que el voleibol subsiste gracias a las subvenciones de la Diputación y al bajo coste de las fichas respecto a otros deportes: «En relación con otros deportes pagamos poco. Por ejemplo las fichas son relativamente baratas» dice Bea.

El año pasado hicieron una temporada magnífica logrando jugar la Fase de Ascenso aunque este año empezaron con peor pie perdiendo contra el rival directo Miguelturra: «El pimer partido nos ganó Miguelturra cuando pensábamos que íbamos a machacarlas» dice Vanesa. La rivalidad es totalmane contra Miguelturra, afirman ambas y en el partido de vuelta se decidirá todo.

Aún así tienen espíritu de superación y piensan en positivo: «Siempre se puede mejorar y sacar más. El entrenador nos anima y nos motiva para conseguirlo». Aunque el entrenador J.J. Pérez es un motivador las chicas creen que gran parte de la culpa de la buena temporada pasada es suya: «La culpa del buen juego es más nuestra, él es más motivador» afirma Bea. Ambas saben que Pérez no es un hombre de voleibol y eso se nota, pero también son conscientes de que su función motivadora es muy importante.

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