Alberto Solé está desde agosto de 2015 como director técnico del área de la raqueta. Con anterioridad, perteneció al Club de Tenis de Cuenca.
La Caja Mágica es un complejo deportivo que alberga a multitud de deportistas, tanto amateurs como profesionales, con unas instalaciones de última generación y que sirve para desarrollar las aptitudes de cada uno de ellos. Catorce pistas exteriores, otras dos interiores de pista rápida, tres estadios, catorce pistas de pádel… un sinfín de oportunidades para mejorar las capacidades de los alumnos que ahí asisten.
Entre sus dirigentes se encuentra un conquense de origen valenciano, Alberto Solé, que se incorporó como director técnico del área de la raqueta en el pasado mes de agosto de 2015, tras incorporarse a la empresa que lleva estas instalaciones en 2013, aunque en primera instancia lo hizo en Alcalá de Henares.
Con anterioridad, este licenciado en Derecho en la Universidad de Castilla-La Mancha ha ejercido como director de Nuevo Tenis Cuenca entre 1992 y 2013, del que fue fundador, así como director de la Escuela Municipal de Tenis (1992-1996) y entrenador del conquense José Checa (2011-2012), entre algunos de sus trabajos en su extenso currículo profesional.
Llegó a Alcalá de Henares “por motivos de amistad”, para promocionar y coordinar el mundo del tenis y pádel. Su buen hacer le ha servido para ganarse la confianza y erigirse como una persona fundamental en el entramado de la raqueta de la Caja Mágica, en cuya escuela deportiva hay en torno a 450 alumnos, y creciendo. Su misión consiste desarrollar y trabajar con la base del tenis y pádel, “lo que es un sueño para cualquiera”, además de contar con un equipo de profesionales a su mando entre 8 y 10 personas.
