A causa del Covid-19, habrá que esperar a la disputa del Tour de Francia (ha retrasado su fecha de inicio y arrancará el 29 de agosto), que en este año disputará su 107ª edición del Tour de Francia. Se trata de la cita por etapas más prestigiosa en el mundo ciclista y en la que seguramente habrá presencia conquense, debido a que el Cofidis de los hermanos Herrada disputará esta carrera, por lo que previsiblemente puedan ser parte de la plantilla que presenten los galos. De hecho, el menor de los Herrada ya está confirmado. Sin embargo, el motivo de este reportaje es otro: recordar uno de los días más importantes en la historia del deporte de Cuenca y que, este miércoles, se cumple su 47º aniversario.
Hay que retroceder al 22 de julio de 1973, cuando finalizó la ronda francesa su 60ª edición, y lo hizo con el ciclista de Priego Luis Ocaña en lo más alto. Se convirtió, de esa forma, en el segundo deportista español (tras Federico Martín Bahamontes) en ganar dicha carrera y siendo uno de los éxitos más importantes que ha conseguido el deporte de la provincia a nivel internacional.
Jesús Luis Ocaña Pernía, nombre completo, nació el 9 de junio de 1945 en Priego. En aquel 1973 sacó a relucir toda su raza como corredor, demostrando ser un cabezón indomable y con una clase que pocos ciclistas posteriores han logrado siquiera igualar. Su palmarés pudo ser mejor de no ser por compartir época con el ‘caníbal’ Eddy Merckx, y que entonces era prácticamente invencible.
El corredor belga era el gran ‘enemigo’ deportivo del ciclista conquense, quien fue la auténtica alternativa al dominio de Merckx. Así, en 1971 el triunfo parecía claro para Ocaña, pero una grave caída en el Col de Mente cuando portaba el maillot amarillo le privó de la victoria. Entonces, el conquense había conseguido un espectacular triunfo días antes en Orcieres Merlette, pero vivió la parte más dura del ciclismo. Su gesto de dolor tras la caída es una de las estampas más recordadas en el ciclismo.

Desde aquella fecha, Ocaña y Merckx tenían una deuda pendiente. El conquense era el único capaz de poner en apuros al belga en cada carrera, y el duelo entre ambos para 1972 se presentaba trepidante. Así, el ciclista de Priego respondía a las expectativas y marchaba segundo en la general durante la primera mitad de la prueba, pero nuevamente una caída le obligó a bajarse de la bicicleta. Es cierto que la sufrió en los Pirineos y aguantó varias etapas, pero en los Alpes ya fue imposible para él continuar.
1973, año histórico
La revancha entre ambos ciclistas se esperaba en 1973, pero Merckx cambió su plan e hizo Vuelta a España y Giro de Italia, dejando a un lado el Tour de Francia. En esta tesitura, Ocaña partía como claro candidato al triunfo con el español José Manuel Fuente, el holandés Joop Zoetemelk (segundo en los Tours de 1970 y 1971) y los franceses Bernard Thévenet y Raimond Poulidor (histórico ciclista que alcanzó en ocho ocasiones el podio en el Tour de Francia) como posibles alternativas.
La ausencia de Merckx ya propiciaba que habría un nuevo vencedor en la grande bouclé. Aquel Tour de 1973 aglutinaba perfiles muy distintos, con mucha montaña y cinco contrarrelojes, algo impensable en el ciclismo actual. La prólogo no dejó diferencias reseñables entre los favoritos, imponiéndose el holandés Zoetemelk, pero Ocaña volvió a vivir una nueva caída, en la primera etapa, que podía recordar fantasmas del pasado, aunque pudo salvarla a pesar de que se llegó a especular con una nueva retirada.
Tan bien se recuperó, que su equipo (Bic) aprovechó la llegada del pavés para dar el primer golpe de efecto al Tour, dejando fuera de la pelea a Fuente al perder más de 7 minutos. Pero el zarpazo también afectó a las opciones de Zoetemelk y Thevenet. Y aún faltaba por llegar la montaña…
Tras etapas de transición, llegaron los Alpes, con cuatro jornadas consecutivas. No esperó Ocaña, que una vez llegó su terreno demostró por qué era el claro candidato. Con un claro carácter combativo, atacó en Mount Salève para ganar en solitario con prácticamente un minuto de ventaja con todos sus perseguidores. Como consecuencia, se alzó con el maillot amarillo en esta séptima etapa del Tour del 73, el cual ya no soltó llegando con él a París.

Pero la ambición de Ocaña no conocía límites. No estaba Merckx, pero quiso demostrar que él podía ser más que un digno ganador. Y aprovechó la etapa reina, concretamente la octava y con seis puertos de gran relevancia, para demostrar por qué debía vencer. Con un Fuente
buscando su cuota de protagonismo desde el inicio, Ocaña optó por tomar el control.
Su duro ataque, con la mirada fija en el tendido sin pensar en sus rivales, dejó secos a todos sus perseguidores a excepción de su compatriota, quien no dio un solo relevo en los siguientes puertos, enojando de esta forma al conquense. Pero un pinchazo de Fuente le dejó sin opciones, y Ocaña entró en meta en Les Orres como ganador en esta etapa reina.
Tal fue su superioridad que Ocaña salió de esta etapa con una ventaja de 9:22 minutos de ventaja respecto a José Manuel Fuente, segundo en la general, y con Bernard Thevènet a 10:16 minutos. Así, solo el podio parecía tener emoción con el vencedor decidido a mitad del Tour, aunque todavía con el recuerdo de las caídas que obligaron a Ocaña a marcharse antes de tiempo en ediciones anteriores.
Dominio en Los Pirineos
Pasados los Alpes, y tras una contrarreloj que también acabó con victoria para el ciclista conquense, la carrera puso rumbo a los Pirineos, donde Ocaña tuvo que verse las caras con el fatídico Col de Mente, en cuyo descenso perdió el Tour de 1971 (curiosamente, Merckx también recordó que aquel día también perdió un Tour que nunca consideró suyo. Rehusó vestir el maillot amarillo, en una clara muestra del respeto que guardaba por el ciclista conquense).
Pero la edición de 1973 fue distinta y Ocaña no tuvo mayores problemas para controlar la carrera, permitiéndose el lujo de atacar en la cima posterior al Col de Mente, el Portillón. Nuevamente, cruzó en solitario la meta tras dejar atrás a Zoetemelk a falta de tres kilómetros. Cuarta victoria de etapa, y el triunfo final, más cerca.
Ya en la recta final del Tour de Francia (18ª etapa), volvió a imponerse el ciclista de Priego en otra jornada de montaña. Con la lucha por el segundo puesto de la general muy abierta entre Fuente y Thevènet, el conquense sacó a relucir su mazo para vencer en Puy de Dôme. Y para rubricar un Tour de Francia para el recuerdo, Ocaña ganó la contrarreloj en Versalles en el primer sector de la última etapa, para terminar esta edición con un total de 6 victorias y el liderato en la clasificación general.
Clasificación final
La clasificación final no dejaba lugar a la duda. Ocaña fue muy superior durante todo el Tour de Francia.
Luis Ocaña (Bic): 122h 25′ 34”
Bernard Thévenet (Peugeot-BP), a 15′ 51”
José-Manuel Fuente (KAS), a 17′ 15”
Joop Zoetemelk (Gitane-Frigécrème), a 26′ 22”
Lucien van Impe (Sonolor), a 30′ 20”
Herman Van Springel (Rokado), a 32′ 01”
Michel Périn (Gan-Mercier), a 33′ 02”
Joaquim Agostinho (Bic), a 35′ 51”
Vicente López-Carril (KAS), a 36′ 18”
Régis Ovion (Peugeot-BP), a 36′ 59”
Trágico destino
El bravo corredor conquense terminó su carrera en 1977. Posteriormente, se dedicó a la viticultura además de convertirse en entrenador profesional y comentarista. En 1979 sufrió un grave accidente de tráfico que estuvo a punto de costarle la vida. Tras años apartado del ciclismo, falleció el 19 de mayo de 1994, quitándose la vida debido a una fuerte depresión.