La intensidad y fuerza con que cayó en los seis primeros minutos, entre las 6,35 y 6,41 de la tarde, acompañada de granizo, provocó rápidamente una serie de riadas por diferentes puntos de la ciudad, como hacía años que no se había vistos, calles Ramón y Cajal desde Rey Juan Carlos I, Zapatería, Parada, San Juan, el Agua, Linde la Fuente, entre otras y el embalsamiento, una vez más, en la barriada San Víctor, las calles paralelas y que finalizan en Avenida Miguel de Cervantes, desde la plaza Primero de Mayo, en las que fue necesaria la intervención de los Bomberos e incluso Protección Civil. En tanto que la Policía Local, procedió al corte de numerosas calles de la barriada, próximas a la zona de inundaciones.
Numerosos garajes sufrieron los efectos de la inundación, incluso los vestuarios del Estadio Municipal se vieron inundados en esta ocasión. Riadas que durante unos minutos, entre los 30 y 60 minutos, dificultaban el tráfico rodado y peatonal por las diferentes zonas.
De nuevo no hay que lamentar daños personales y los materiales de diferente valor según los hogares. Si hubo algún ataque de ansiedad en esta ocasión y es que apenas se había procedido a limpiar viviendas y garajes cuando volvió la tormenta por la ciudad.
En la matinal del domingo en algunos puntos se estaba actuando en la limpieza de calles y aceras del barro y ramas que en esta ocasión había arrastrado la fuerte tormenta.