Este festival de los videojuegos que desde Botón Z religiosamente seguimos ciegamente en la búsqueda de nuevas y pequeñas joyas que disfrutar en los meses venideros. Por un calendario extraño y lleno de idas (pero no venidas) no todos los integrantes hemos podido disfrutar de la Semana Santa videolúdica. Pedimos disculpas de antemano si en esta ocasión no podemos recomendar tantos títulos o tan variados como en artículos anteriores. Dicho esto, vamos con mis destacados de este Next Fest.
Viewfinder
Ya conocía este título de haberlo visto en algún que otro tráiler. Era incapaz de creerme lo que veía en los vídeos. Coges una foto e “imprimes” el escenario de la foto sobre el que ya existe. Y después de jugarlo sigo sin creérmelo.

Empezamos en una habitación y rebuscamos entre las pertenencias de algún desconocido, encontramos una foto polaroid y de repente empieza la magia. Los escenarios son grandes puzles de gestión del espacio y saber imprimir los espacios para alcanzar los teletransportadores. Todo mejora todavía más cuando tenemos en nuestras manos la cámara de fotos para hacer nuestras propias escenas a imprimir.
Es extremadamente gratificante sentir que eres superior al juego, haciendo fotos a las baterías para multiplicarlas y usarlas en los transportadores. Viewfinder te da las herramientas y un puzle, ya cada uno puede encontrar la solución a su manera. En los escasos niveles que te dejan probar ves el tremendo potencial que ofrece este título, vistoso y brillante, uno de los grandes melocotonazos que salen este año.
The Cosmic Wheel Sisterhood
Como fan incondicional de Deconstructeam he sentido curiosidad por este título desde su anuncio. Todo lo que rodea a este juego solo hace que engrandecer mis ganas de que este título salga al completo.

Todos nos hemos sentido solos alguna vez, momentos que no queremos recordar en los que nadie nos ha apoyado y en los que se sufría en silencio. Fortuna está exiliada, vive en una roca espacial y lo único que nos diferencia de ella es que, en su peor momento, se ha invocado un ser infinito, un behemoth llamado Ábramar para que le haga compañía y le enseñe magia. Definitivamente nosotros no tuvimos esa suerte. A raíz de esta extraña amistad, realmente extraña, pero a la vez muy cercana, cálida, entrañable te hace empatizar mucho con su relación. También es la trama perfecta en su simbiosis con las cartas del tarot que crean Fortuna y Ábramar, con los cuatro elementos básicos y que utilizaremos para echar las cartas a otros personajes y profundizar en nuestras relaciones.
La creación de cartas te permite personalizar mucho lo que quieres, afectando también a las predicciones, significado de la carta y puntos que recibes. Es un juego brillante y prometo no hacer de esta palabra una muletilla ni desmerecer su significado. Realmente he tenido la suerte de probar joyas que merecen la pena al 100%, si te gustan las novelas visuales y la construcción de mazos que no pase por debajo de vuestro radar.

Little Kitty, Big City
Esto es un llamado a los amantes de los gatos, porque creo que no he visto un juego en el que puedas ser un gato donde te mimetices tanto con aquello de ser un gato. ¿He dicho que el protagonista es un gato? Nos caemos desde la ventana del piso y, siendo un gato casero, tenemos que acostumbrarnos a la gran ciudad.

Tenemos un botón para maullar, otro para tirar un zarpazo con la derecha, otro con la izquierda, otro para hacer típicas poses de gato (hogaza de pan incluida) e incluso botones de sigilo gatuno. Definitivamente somos un gato. Ahora nuestra misión es alcanzar nuestra casa, por medio de la ayuda a un cuervo que nos pedirá objetos brillantes a cambio de mejoras para nuestra habilidad de trepar. También hay un mapache de por medio que nos pedirá plumas de ave que podemos cazar por medio de nuestro sigilo gatuno (ningún ave ha sufrido daños durante la caza, solo dejan caer las plumas).
La experiencia definitiva de ser un gato está aquí, porque Little Kitty, Big City es agradable y adorable en partes iguales (también por eso nos dejan vestir al gatito con gorritos monísimos). El único y primer problema que me he encontrado en la demo es que hay muy pocos objetos brillantes que entregar al cuervo, por lo que puede ser frustrante alcanzar los veinticinco que te piden. Pero de verdad, eres un gato, es divertido hacer cosas de gato, ¿qué más necesitas?
