Estuvieron presentes hasta en cuatro lugares.
Comencemos por el norte. Cuando decimos «Travesera» el cuerpo se estremece. Hablamos sin lugar a duda de una de las carreras de montaña más duras que hay. Entorno, Picos de Europa, 74 km y más de 6.500 Km. Un paisaje que sobrecoge por bello y por el vértigo que produce sus canales. Hasta allá subieron Miguel Ángel Santamaría y Nacho Lillo. El primero ya sabe lo que es la sensación de terminarla y el segundo era novato. Pero como muchas veces ocurre, este no era el año de ambos y no pudieron terminar. Y no creo que hay sido por falta de ganas. Este año, la Travesera se ha cobrado muchas víctimas. Mucho ánimo a los dos que seguro ya están mirando cuando abre inscripciones en el 2016.
Bajamos en latitud y distancia, pero no dureza. Y es que el Maratón Alpino Madrileño, MAM tiene como sobrenombre, “probablemente el maratón más duro del mundo” Casi 2.700 m + en sus 42k subiendo hasta los 2.400 m en su punto más alto. Y con ellos pudo Manuel Vallejo. Así lo expresa en su facebook: “Pues acabó el #MAM 44 km al límite pero con esfuerzo, sufrimiento y confianza en uno mismo se superan las pruebas que nos vengan por duras que sean”.
Penúltima parada en un pueblo muy querido por el C.A. Cuenca Dolomia, Chiva, pero no en su clásica cita de diciembre, sino en la hermana pequeña, una maratón nocturna nacida hace pocos años, Amanece por Chiva, una maratón que este año han sido 49K y como su nombre indica te convierte en búho por la sierra de Chiva. Por allí estuvo José Luis Fernández, que se marcó un carrerón que casi le sube al podio. 4º se quedó. Enorme el de CorreTrail.
Y volviendo hasta nuestra provincia, muy cerca de Santa Cruz de Moya, se celebró el II Trail de Aras de los Olmos. Aquí tuvimos la representación más numerosa, Santiago García, Eduardo Sanz, Rafael Moya y Tomasa Gómez. Muy bien los 4, pero claro, decir Santiago García significa oler a podio, y sí, tocando esta vez el más alto. Eduardo en el top 15 y Tomasa rozando el podio en su categoría, llegó con Rafa, su fiel escudero, al que no dio tregua.
Crónica del C.A. Cuenca Dolomia
