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Daba Samba: “No nos esperábamos poder competir en tantos partidos en Primera Nacional”

Con los pies en la tierra, pero siendo consciente de que sigue superando miedos, derribando barreras y saboreando victorias para soñar con la permanencia. Daba Samba se ha convertido en una de las jugadoras clave del CB Cuenca Femenino en su andadura por Primera Nacional. Capaz de dar con la tecla en el momento idóneo y de revolucionar partidos, asegura que todavía le queda margen de mejora para continuar sumando. Su desparpajo en la cancha pese al cambio de posición (siempre ha jugado en posiciones exteriores y ahora es ala-pívot) así como su plausible actitud, más que luchadora, la han convertido en uno de los referentes del equipo en apenas dos temporadas.

Espera disipar las dudas, aglutinar confianza y conseguir más victorias que certifiquen la permanencia del CB Cuenca en la Liga Ribésalat. Mantener la categoría tras el ascenso del pasado año es un objetivo más que factible cuando ya quedan menos de dos cuartos para el final de temporada. Hemos repasado con Daba Samba su periplo personal y el del equipo en Primera Nacional:

 

El objetivo del equipo a principio de temporada, recién ascendidas, era la permanencia. Tal como os encontráis ahora, continúa siendo una meta que se puede lograr, pero es cierto que en esta segunda vuelta habéis encadenado tres derrotas consecutivas. ¿Cómo se encuentra la plantilla en este momento?

Es verdad que la primera vuelta la empezamos muy bien. De hecho, ganamos el primer partido pensando que íbamos a perder. Esto nos dio un subidón, pero en esta vuelta los equipos están muy fortalecidos y tienen jugadoras que no jugaban en la primera vuelta. Es más complicado porque los dos primeros partidos los hemos jugado contra el primero de la Liga y contra el campeón del año pasado. Por eso nos estamos guiando más por las sensaciones y aunque perdamos buscamos tener buen sabor de boca al acabar el partido. Al final el último partido se nos escapó por cinco puntos, no nos entró casi nada, nos metieron muchos triples… intentamos ser optimistas porque vienen partidos muy competitivos.

En la mayoría de los partidos competís muy bien, pero se os escapa la victoria en el último cuarto. ¿A qué lo achacáis?

En la primera vuelta hemos ido incluso ganando de diez y en el último cuarto lo hemos perdido. Venimos de una liga en la que ganábamos cómodamente y ahora el nivel es superior en lo físico, lo técnico y lo mental. Quizás fallamos en los nervios que nos entran y nos precipitamos. Esperemos que esos fantasmas no vuelvan y sacar la victoria.

¿Habéis hablado de estos fantasmas dentro del vestuario?

Sí. Somos un equipo que le da muchas vueltas a lo que hace en la cancha. Siempre comentamos e intentamos sacar lo que hemos fallado para intentar mejorarlo en el siguiente partido. El físico también nos puede jugar una mala pasada porque somos las recién ascendidas y no estamos acostumbradas a este ritmo. Aún así, estamos contentas por el papel que estamos haciendo. De hecho, en la primera vuelta perdimos la mayoría de los partidos por muy poco.

La defensa continúa siendo vuestro signo distintivo como equipo. ¿Esta faceta es la que más respeto infunde en vuestros rivales, al igual que el año pasado?

La defensa siempre ha caracterizado al CB Cuenca, es nuestra arma. Es verdad que igual deberíamos reconstruirnos y volver a esas grandes defensas que hacíamos para poder plantar cara a los grandes equipos. Aún así estamos dando lo mejor de nosotras para poder sacar los partidos adelante. Jugamos contra jugadoras rápidas, más altas, más grandes… y eso pasa factura. Pero les estamos plantando cara.

Esta jornada de parón os sirve también para reflexionar y tomar aliento para culminar esta segunda vuelta. ¿Ya estáis preparando el próximo encuentro?

Contando con el partido pasado y los dos siguientes, nuestro objetivo es ganar un par de partidos para asegurarnos la plaza en Primera Nacional. Con esto seguiríamos trabajando. Al final el primero lo hemos perdido, pero está claro que vamos a luchar. Ya estamos limando detallitos que en el partido anterior no salieron para en el siguiente ponernos en marcha. En cuanto acaba un partido ya pensamos en el siguiente para no entrar en bucle.

¿Es una categoría más complicada de lo que pensabais o esperabais este nivel?

Es una categoría en la que no nos esperábamos poder competir en tantos partidos. Por ejemplo, con los equipos de Extremadura es muy difícil mantener el ritmo. Pero aún así, ganamos a Al-Qázeres, contra San Antonio les plantamos cara hasta el último cuarto y al CÍVITAS BB Le ganamos. Es una liga con más nivel, pero estamos contentas con nuestro papel porque plantamos cara a todo el mundo. Ahora estamos aprendiendo de los errores y cogiendo físico. Esperemos que esto no nos beneficie en hacer buenos partidos, sino también consiguiendo victorias en casa o fuera. Es una liga en la que todo puede pasar y eso es lo bonito porque todos los equipos compiten.

 De momento en casa solo habéis podido celebrar una victoria. ¿Qué llamamiento haces para que la afición vuelva al Esperanza Calvo a animaros?

Les diría que el baloncesto más puro, entretenido, competitivo y divertido viene desde el fin de semana del 25 de febrero en adelante. Les animo a que vengan a vernos porque queremos que la afición esté con nosotras. 

Hablando más de ti a nivel individual, estás siendo una de las jugadoras más destacadas del equipo. ¿Cómo te has adaptado tú al cambio de categoría de una manera tan positiva?

El año pasado vine de una lesión grave tras una rotura del tendón de Aquiles y además llevaba siete años sin jugar. La adaptación ha sido progresiva porque me he ido encontrado a gusto poco a poco. Además, tengo unas compañeras geniales que me animan y me dan consejos para mejorar porque nunca había jugado en mi posición actual. Alberto Almodóvar, el entrenador, también me corrige. Además, este verano, para no hacer un parón tan largo, iba a entrenar con Mariela Bonilla tres días en semana para encontrarme mejor y quizás esta haya sido la clave.

Ahora juegas de ala-pívot. ¿Por qué ocupas esta posición si no era la tuya habitual?

Siempre he sido base, alero o escolta. Siempre he jugado de exterior y ahora de interior. Al final somos las que somos y es verdad que la altura del equipo es baja. Yo no soy muy alta pero cuando llegué cogía rebotes y saltaba y ahí parece que funciono. La velocidad para mí ahora mismo es un inconveniente y eso me beneficia para jugar de ala-pívot. 

Decías que no eres rápida, pero sí que eres muy activa en el juego. ¿Qué destacarías de tu personalidad en la cancha?

Nunca doy un balón por perdido, peleo todos los balones. Esta es la mejor definición de mi juego. Me da igual pelearme contra una chica más alta que si tengo que cerrar el rebote lo hago.

Hablabas de tu lesión en la temporada pasada. ¿Te ha condicionado a nivel físico o psicológico este año de alguna manera?

Afortunadamente, la lesión no me ha dado ningún problema, ni molestias ni miedos. Trabajé bastante para poder volver fuerte con buenas planificaciones y rehabilitación. Ahora sí que tengo más inseguridad en los tiros libres. Estoy teniendo una pequeña crisis. Al jugar de interior puedes recibir más faltas y los tiros libres me están jugando una mala pasada, pero espero que se subsane pronto porque me produce angustia.

Llegaste hace dos temporadas y ya has vivido un ascenso histórico y podrías vivir una permanencia también históricas. ¿Qué crees que le has aportado al equipo como jugadora?

Ojalá poder ver ese ascenso con mis propios ojos, porque vamos a trabajar duro para ello. Yo creo que he aportado descanso para las compañeras, porque soy una más para rotar. Al final si no tienes un equipo sólido, sin una buena base de jugadoras con las que contar siempre, es complicado subir. Este año apostamos y de momento nos está yendo bien. Esta liga es muy intensa y jugar tantos minutos es complicado. Peleo, cojo rebotes… Todo eso hace que las posiciones exteriores puedan hacer otro papel en el equipo. Cuando llegué tenía miedo porque siempre había jugado contra mis compañeras. Ahora juego con ellas, en una posición nueva y viviendo un ascenso. Es todo muy bonito, pero a la vez es un reto estar a la altura.

 

 

 

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