En el minuto 2 de la segunda mitad el dúo arbitral decidió suspender el encuentro por el mal estado de la pista.
Era la decimoprimera jornada de la Segunda División Estatal Masculina de balonmano y por fin se enfrentaban los dos líderes de la tabla de clasificación. Un partido muy esperado por todos que marcaría la diferencia al estar ambos equipos empatados a puntos jornada tras jornada y cambiando del primer al segundo puesto en función de la diferencia de goles marcados y encajados.
Pero lejos de lo esperado, el partido se torció y lo que tendría que haber sido bonito de jugar se convirtió en una odisea para los deportistas. La pista sufrió los efectos climáticos y la condensación acumulada se adhería a la plaqueta del suelo. Los jugadores no podían jugar cómodos porque se resbalaban continuamente y se exponían a un elevado riesgo de lesión. Así por ejemplo, Rafa López sufrió una lesión en su rodilla de la que todavía se desconoce su alcance, pero que le mantendrá fuera del equipo un tiempo.
Tras los sucesivos resbalones de la primera parte, los árbitros decidieron suspender el encuentro cuando se habían jugado dos minutos del segundo tiempo. El partido estaba igualado a 11 goles entonces, fruto de la gran rivalidad y buen juego de los dos equipos ante las circunstancias.
Los 28 minutos restantes deberán ser jugados otro día y los conquenses tendrán que viajar de nuevo a Toledo para decidir el liderato de la Segunda División Estatal.
