Una temporada para enmarcar, encarando los problemas, superando las dificultades y luchando hasta el final. La Balona Conquense ha conseguido su ascenso a Preferente con Fabián Gómez manejando la batuta. El entrenador y fundador del club ha tenido incluso que enfundarse la camiseta en los últimos partidos debido a las bajas que han mermado la plantilla.
Fabián ha ejercido durante las vigente y la pasada campaña como entrenador del equipo y ha confirmado que no se plantea seguir en el banquillo la próxima temporada. El salto de categoría implica continuar solidificando el proyecto que él mismo emprendió en 2018 y prefiere encargarse de otras gestiones. Repasamos la temporada con Fabián, que detalla que el equipo seguirá nutriéndose de jugadores conquenses y que continuará luchando para conformar una plantilla competitiva.
Un ascenso trabajado y soñado. ¿Era el objetivo desde el comienzo de la temporada?
Sí. Ha sido un ascenso más costoso que ningún otro año, con muchas dificultades. Nos hemos sabido sobreponer a todo. Venimos recalcando que el equipo, independientemente de la categoría, siempre tiene que ser competitivo y estar en la zona alta de la clasificación. El primer año conseguimos ascender, el segundo con la pandemia se cortó la competición y el año pasado nos quedamos a las puertas de jugar el play off. Este año, al final, conseguimos el ascenso; pero no es casualidad. Llevamos tres años compitiendo en esta categoría y llamando a la puerta muy seriamente.
¿A qué dificultades os habéis enfrentado para que haya sido un ascenso tan arduo?
Hemos perdido a futbolistas por enfermedades, por lesiones graves y por motivos laborales. Hicimos un convenio de filialidad con la escuela municipal, pero era un equipo también nuevo. Hemos tenido que entrenar y competir bajo mínimos, pero hemos conseguido sacarlo. Hemos recurrido también a jugadores que ya no estaban en activo y a otros jugadores que ya no estaban jugando en sus equipos, pero no les han dejado salir y por ello hemos tenido que tramitar fichas a última hora, incluso la mía.
Tras empatar en Alovera tuvisteis que jugar el play off, pese haber acariciado el ascenso directo. ¿Temíais que una final de ida y vuelta os dejara fuera del ascenso, sobre todo tras contar con una plantilla plagada de bajas?
Conocíamos la dificultad, porque además si jugábamos el play off perdíamos a dos jugadores, pero al equipo le ha venido bien. Venimos de forjar un gran ambiente en los últimos tres partidos y eso nos ha servido para hacer callo. Son jugadores jóvenes y, cuando viven esas situaciones, te sientes futbolista. Intentamos conseguirlo en el último partido y el equipo compitió muy bien. Sabíamos que si seguíamos en esa línea lo conseguiríamos porque el equipo ha hecho una temporada muy buena. Hemos estado ocho jornadas sin perder y el equipo se lo empezaba a creer y debíamos seguir pese a la falta de jugadores. Al final todos han tenido la misma importancia y esa es la clave.
¿Habéis pensado ya en los cambios que llevaréis a cabo tras el salto cualitativo de categoría?
El proyecto del año que viene va a ser mucho más completo y complicado porque queremos ser un equipo que siga compitiendo y creciendo. Nos queremos nutrir de futbolistas de Cuenca y crecer con ellos, porque esa es nuestra metodología. Queremos dar la oportunidad a jugadores más jóvenes. Ahora la prioridad es buscar la figura de un entrenador acorde con el club y nuestras ideas y trabajar desde ya en la próxima temporada.
La Balona es un equipo que se diferencia por apostar por los jugadores de Cuenca. ¿Seguirá siendo así la próxima temporada?
Sí. Este es el motivo por el que se crea el club. Queremos generar un vínculo con la ciudad, con los jugadores y sus familias. De hecho, no paramos de recibir felicitaciones porque el Joaquín Caparrós nunca ha estado tan lleno y esto nos ayuda a seguir trabajando. Estábamos un escalón por debajo de otros equipos, pero ahora nos conseguimos igualar y los jugadores lo ven de otra manera, porque ellos lo que miran es competir, cuanto más arriba, mejor. La ciudad tendrá dos equipos en la misma categoría y para repartir jugadores va a ser costoso, pero vamos a intentar sacarlo. Queremos crecer con el futbolista de Cuenca, no queremos mirar más allá.
¿Ha ayudado haber mantenido el equipo en bloque durante dos temporadas consecutivas?
Sí. Nosotros decimos que el jugador, mientras tenga seriedad, va a poder jugar sin problema. Cuando creas un equipo la gente se conoce y vamos todos a una. Los propios jugadores se identifican con el club y ven que es diferente y que realmente se cumple lo que se dice, por lo que también lo valoran.
¿Os marcáis techo en Preferente o el objetivo es seguir subiendo?
Sabemos que estamos haciendo las cosas bien y tenemos claro que no queremos ponernos techo. Está claro que es otra categoría y es un salto diferente. Hay equipos de más nivel, pero el equipo quiere ser un referente en la ciudad y seguir creciendo, no queremos estancarnos.
La afición de la Balona es el jugador número doce. ¿Cómo la cuidáis desde el club para haber conseguido ese apoyo tan férreo que no tienen otros equipos?
Le damos un valor inmenso y se lo agradecemos. Nos sorprendemos del respaldo que vamos teniendo. Queremos ser una familia y es la propia gente la que nos ayuda y nos hace trabajar más. Vas a otros campos y no ves el ambiente que hay en el nuestro. Es por lo que estamos siguiendo adelante y consiguiendo sobrevivir.
En 2020, planteabais la creación de un equipo juvenil y otro femenino. ¿Lo seguís teniendo en mente?
A nivel económico, hasta que el equipo no esté más arriba, tiene que buscarse los medios para subsistir. Queremos ser un club al corriente de pago y no prometemos cosas que no podemos cumplir. No queremos cometer errores que se han venido haciendo a menudo y a lo largo de la historia. Somos conscientes de que no podemos abarcar más. Lo tenemos en mente, pero necesitamos apoyo y sin recursos no nos vamos a meter en cosas que no podamos.