La lluvia respetó este domingo a los ciclistas y dejaron atrás el espectáculo dantesco vivido en el estreno del Tour de Francia. Así, en la segunda etapa de la grande bouclé brilló el ciclismo, en una etapa en la que la montaña ya hacía acto de aparición, si bien quedan no era una de las jornadas más complicadas para el pelotón. Aun así, la presencia de varias cotas montañosas y ser el inicio de la prueba ya era un aliciente suficiente para ver cómo se desenvolvían los favoritos. Y en estas circunstancias, acabó ganando un ciclista que se mueve a las mil maravillas en esta clase de escenarios.
El francés Julian Alaphillipe (Deceuninck-Quick Step) se llevó el triunfo después de que su equipo trabajara en pos de un posible ataque suyo. Lo hizo a falta de doce kilómetros, junto al suizo Marc Hirschi (Sunweb) y el británico Adam Yates (Mitchelton-Scott), segundo y tercero en la meta de Niza. El trío luchó lo indecible para mantener una pequeña ventaja respecto al pelotón de los favoritos, y en el sprint final acabó imponiendo su punta de velocidad el francés.
A tan solo dos segundos llegó un pelotón reducido de unidades, con tan solo 32 ciclistas, entre los que se encontraba el moteño Jesús Herrada (Cofidis). El ciclista conquense supo mantener siempre una buena posición y entró sin mayores problemas en meta para cruzar en el puesto 19. Esto le permite ascender posiciones en la clasificación general, para situarse en estos momentos en el 28º lugar, a tan solo 17 segundos de Alaphilippe, nuevo líder en detrimento de Aleksander Kristoff.