A poco más de tres meses para el comienzo de esta competición, hay algunos deportistas ligados con Cuenca que podrían estar presentes
El 5 de agosto darán comienzo los XXVIII Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, una competición que paraliza el mundo deportivo durante todo su transcurso, y en el que los focos se centran exclusivamente en lo que sucede durante los 17 días que dura esta cita deportiva. Se trata de una fecha señalada para todos los deportistas, que esperan con ganas un torneo que les puede encumbrar a lo más alto. En total, 206 países diferentes se repartirán un total de 306 medallas en 42 deportes distintos, con una participación que ronda los 10.500 deportistas.
Una fecha especial, que une importancia y relevancia a una temporalidad inusual, dado que el periodo entre una y otra competición es de cuatro años. Además, todos aquellos que participan en unos juegos pueden incluir en su trayectoria la denominación de olímpicos, lo cual mejora ostensiblemente su currículum deportivo, aunque no siempre está relacionado con la mejora económica. Algo que hemos visto con el último representante conquense en unas Olimpiadas, ya que el triatleta Josemi Pérez, presente en Londres 2012, se retiró posteriormente del deporte profesional por falta de ayuda económica.
Para la cita de Río de Janeiro 2016, la presencia conquense se atisba más complicada. Sí es muy probable que estén la triatleta Miriam Casillas y el saltador Pablo Torrijos, ambos con orígenes en Cuenca aunque naturales de otras provincias de la geografía española.
A falta de menos de 100 días para que arranquen los Juegos Olímpicos, el que más opciones tiene es el ciclista Jesús Herrada. El moteño del Movistar Team ya despuntó en los Juegos Europeos de Bakú en 2015, y su prometedor futuro y excelente presente pueden servirle para estar en Río. El seleccionador nacional, Javier Mínguez, ya confirmó la presencia de Alejandro Valverde, Alberto Contador y Joaquím ‘Purito’ Rodríguez, por lo que sólo faltan dos plazas por decidir para la prueba en ruta. Como requisito, que los que finalmente acudan a Río vengan de disputar el Tour de Francia, lo cual cumplirá casi con seguridad el conquense. Su versatilidad también podría llevarle a la prueba contrarreloj, aunque a priori ciclistas como Luis León o Jonathan Castroviejo son los mejor colocados. En caso de ir, cogería el testigo de Jaime Huélamo, presente en Munich 1972 y que además, consiguió colgarse la medalla de bronce, aunque posteriormente fue desposeída de la misma horas después por el Comité Olímpico Internacional debido al consumo de una sustancia prohibida administrada por su masajista, la cual sí era permitida por la Unión Ciclista Internacional.
Otro deportista que partía entre los candidatos a estar en Río de Janeiro al comenzar 2016 era Pablo Andújar, ya que cumplía los requisitos necesarios para estar entre los cuatro tenistas. Durante la Olimpiada, periodo que transcurre entre unos Juegos Olímpicos y los siguientes, es necesario haber formado parte de la selección española en la Copa Davis, además de estar entre los 56 primeros en el ranking ATP. Ambas premisas las cumplía, pero una intervención quirúrgica le ha apartado de la terna de candidatos.
Si nos trasládamos a los Juegos Paralímpicos, los cuales arrancan en septiembre, podríamos ver al taranconero Luis Miguel García-Marquina, dos veces subcampeón de España en Handbike y que actualmente está disputando la Copa de Europa de esta modalidad ciclista donde la bicicleta se impulsa con las manos.
Si bien estos deportistas son los mejor situados de cara a los Juegos Olímpicos, hay otras opciones que suenan con fuerza para el futuro. Así, el palista Víctor Pardo, actualmente en un Centro de Alto Rendimiento en Trasona (Asturias), disfrutando de una beca concedida por la Real Federación Española de Piragüismo, es una de las mayores promesas nacionales y no sería extraño ver ligado su nombre al equipo olímpico nacional para 2020. También con fuerza suena el jugador de tenis de mesa Carlos Vedriel, la gran esperanza de este deporte a nivel nacional y primer deportista español en ganar una medalla en un Mundial, tras ser segundo en categoría júnior el pasado mes de enero. Y una de las esperanzas en el atletismo patrio es el provenciano Carlos Mayo, quien a sus 21 años acumula un extenso palmarés, como subcampeón de Europa Cross Júnior y Sub-23, bronce europeo en 5.000 en categoría Sub-23 y siete veces campeón de España.