Dejar el fútbol tras una grave lesión de rodilla no truncó su pasión por seguir practicando deporte. Juan Diego Haro perteneció a esa estirpe de jugadores conquenses que consiguieron ascender a la tan complicada División de Honor en categoría juvenil con la UB Conquense. Ahora disfruta de deportes de menos impacto para su rodilla, como el trail running, el triatlón y el duatlón, pero su trayectoria da para mucho más que para enumerar los deportes que ha practicado.
Natural de San Clemente y debido al arraigo del judo en el municipio, Juan Diego se introdujo en el arte marcial a los siete años. Fue el primer deporte que practicó y también el primero en abandonar, con once años y ya con el cinturón azul marrón amarrando su kimono. Pese a ello tuvo tiempo de ganar varias medallas a nivel provincial y regional representado al Club Sho-Kyo de la mano de su maestro Vicente Lapeña. Las clases le coincidían con fútbol sala, disciplina en la que dio sus primeros pasos como benjamín, y por ello decidió dejar el tatami para pasarse a la pista.
Aunque en el fútbol empezó como todos, disfrutando de un inocente juego de niños en el patio del colegio, pronto comenzaría a competir y a conseguir algún que otro logro, de esos que quedan después en el recuerdo. Fue con 15 años, ya en categoría cadete, cuando dejó atrás el fútbol sala y debutó sobre el césped de fútbol 11 con la EMFAD San Clemente en Primera Autonómica. Aunque sin duda fue su etapa en juvenil la más fructífera. En su primer año marcó la friolera de 50 goles gracias a su potente disparo con las dos piernas y su velocidad en el campo. Ya en su segunda temporada en la última categoría del fútbol base recayó en la primera plantilla del equipo, ganándose con creces la titularidad.
Fue un año de oro para Juan Diego, que logró disputar el torneo regional de selecciones sub 17 y de ahí tomó impulso para fichar por la UB Conquense. Temporada y media en Nacional le valió para conquistar la División de Honor en su ascenso en la temporada 2000/01: “Recuerdo que fui uno de los máximos goleadores de la categoría, con Pepe Moriana como entrenador. También debuté en Segunda División B, contra el Barcelona B, de la mano de José Luis Sepúlveda”.
Llegó a Madrid para cursar sus estudios de Magisterio de Educación Física y la capital tampoco se le resistió. Firmó por el Mejoreño CF de la Tercera División madrileña y al año siguiente por La Roda para acabar regresando al Conquense, en esta ocasión al filial. Su periplo futbolístico no acabaría ahí, sino que continuaría por el Manchego Provencio.
No dejó el fútbol, pero si cambió los tacos por la suela lisa de las zapatillas de fútbol sala ya que, al acabar la carrera, se unió al San Clemente pese al sacrificio que suponía compaginar viajes, deporte y el sprint final en los estudios: “Al estar en Madrid no podía entrenar y me las ingeniaba para correr e ir al gimnasio. Los viernes iba a San Clemente desde Madrid para entrenar con el equipo y jugar el fin de semana”. Repitió de nuevo la misma gesta, marcado por el ascenso y los goles: “Ascendimos a Tercera División y fui el pichichi de la categoría con más de 50 goles”.
Sin embargo, el deporte no se encuentra exento de lesiones y Juan Diego se apartó de la práctica deportiva en el verano de 2006 tras una rotura parcial del ligamento cruzado anterior y del menisco: “Esto frenaba en seco todas las aspiraciones de poder conseguir algo más”, cuenta con resignación.
El impasse duró menos de un lustro, pues en la temporada 2010/11 regresó a la EMFAD San Clemente. Su olfato goleador siguió destacando en el equipo de su pueblo y también al año siguiente en el CD Pedroñeras, su última temporada en activo: “Aquí la rodilla dañada dio mucha guerra y casi al final de temporada se terminaba de romper el ligamento cruzado anterior. La verdad es que dejar el fútbol por la lesión fue duro, no era la manera en cual quería retirarme porque además tenía 29 años y podría haber seguido jugando tras recuperarme”.
DUATLETA Y TRIATLETA TRAS LA LESIÓN
Tuvo que dejar el deporte que más coronas le había otorgado por obligación. Pero la lesión sí que le permitió cosechar nuevos éxitos en bici, a nado y a pie. Tras un trabajado proceso de recuperación, comenzó a practicar duatlón y carreras de trail en 2014: “Desde que empecé a recuperarme estuve en manos de un amigo fisioterapeuta, Fernando Revert, y durante el primer año de entrenamientos fue Marcos Herráiz mi preparador deportivo”. Solo un año después consiguió el cuarto puesto del Circuito de Diputación en categoría absoluta. Competición que, por cierto, continuó saboreando en 2017 y 2018, con la segunda plaza como sénior los dos años con el Club Triatlón Meta 3 de San Clemente.
El oro no tardaría en llegar, aunque lo hizo en un contexto diferente: “Tras la pandemia, en el año 2021 quedo campeón en categoría absoluta del Circuito de Retos Virtuales de la Diputación de Cuenca con el CA Correligero de Cuenca”. Parece que tomó impulso y en 2022 repitió primer puesto: “En el circuito diputación de Cuenca en el mismo 2022 me proclamo campeón en la modalidad de duatlón y conseguimos la tercera plaza general con el Club Triatlón Meta 3”.
Continuó trabajando con Ramón Gómez Iniesta, entrenador de triatlón en Cuenca, para cuidar la prevención de lesiones y la fuerza. En la actualidad, se encuentra bajo supervisión de David Rodríguez: “Me está exprimiendo al máximo para ver qué puedo dar de sí con mis 40 años. A su vez, la parte de fisioterapia corre a cargo de Toni Rejas”.
Nombres de profesionales que ejemplifican que la vuelta de Juan Diego al deporte no es casual, sino que viene precedida de un exhaustivo esfuerzo por continuar disfrutando del ejercicio físico competitivo al más alto nivel. Prueba de ello fue su destacado tercer puesto en la Ultramaratón Titán de la Mancha 200k en parejas junto a Jesús Tornero con el Contraviento Team ULB Sports. Una batalla en la que el guerrero estuvo luchando casi diez horas. Tornero ha sido compañero de hazañas en otras ocasiones: “Tras un 2019 dedicado a las Oposiciones de magisterio donde obtuve la plaza me preparé un duatlón invernal de nuevo con Jesús Tornero. En este caso sería el Desafio de Helios, una prueba de duatlón”.
A lo largo de los años ha ido aglutinando un palmarés admirable tanto en duatlón como en triatlón. Federado con el Grego Racing Team, obtuvieron el Subcampeonato de España en duatlón cross con Cáceres como escenario de película además de alzarse con el primer puesto de Castilla- La Mancha en duatlón cross, duatlón de carrera y el circuito de Triatlón. Títulos que renovaron en 2022, un año especial para Juan Diego tras ser nombrado deportista de la temporada anterior por el ayuntamiento de San Clemente: “Ese mismo año, a nivel personal me proclamo subcampeón regional de duatlón cross en categoría Veterano 1 y consigo la quinta posición en la general final del circuito y la segunda plaza en veterano”.
A esta exitosa lista ya suma nuevos renglones escritos en 2023: “Hace escasamente una semana me proclamaba de nuevo subcampeón regional de duatlón cross en categoría veterano 1 y alcanzaba la misma plaza con el Grego Racing Team”. Una victoria más que solo viene para demostrar que Juan Diego ha conseguido saborear el deporte menos lesivo y más conveniente para su rodilla, además de continuar deleitándonos con una trayectoria que no deja de subir y subir.