La triatleta toledana María Varo se alzó con la victoria en el Triatlón de Cuenca con relativa solvencia, después de salir dominando del sector de natación y afianzar su ventaja en el resto de sectores. Aunque la diferencia que sacó a Marta García, Natalia Bermúdez y Pilar Arias pueda decir lo contrario (las aventajó en cuatro y cinco minutos respectivamente), tampoco fue un triunfo fácil a causa de un percance en la bicicleta. «Se me ha roto un cambio y he tenido que ir en plato pequeño», relataba en meta la deportista.
Cansada, pero feliz. Siempre con la sonrisa en la cara, María Varo regresaba a Cuenca por tercera vez y, por segunda ocasión consecutiva, salía victoriosa. Ya venció en 2019, en un triunfo muy especial para ella y el mundo del triatlón, ya que apenas cuatro meses antes de ganar en Cuenca fue atropellada mientras entrenaba y el hecho de imponerse en la capital conquense daba mucho valor a cómo afrontó la recuperación. Dos años después volvía a ser la primera en cruzar la meta, cumpliendo los pronósticos que la apuntaban como máxima favorita. «Siempre es un placer volver a competir en Cuenca, estoy muy contenta», decía la triatleta.
Si bien el percance con el cambio le impidió hacer el sector de ciclismo como le hubiera gustado, acabó disfrutando en el nuevo circuito urbano planteado por el Trischool Cuenca. «El circuito es más llano, hay más sombra y el público hace mucho. Es mejor desde mi punto de vista», comentaba la toledana, quien además remarcaba que la presencia de aficionados durante todo el recorrido de atletismo lo convierte en «más ameno».
En cuanto a quien dedicaba la victoria, lo tenía claro. «A mi entrenador y pareja, con el que estoy día a día, que me acompaña en todo y hace que mejor tanto a nivel deportivo como personal».
