
Este pasado domingo la U.B. Conquense acabó la temporada 2014/15, una de las peores de su historia con pocas cosas positivas para recordar.
Y es que las cosas empezaron mal, el técnico que había ascendido al equipo y lo había mantenido en Segunda B, Jordi Fabregat, pidió la renovación de varios de sus pupilos, al final la mayoría no se concretaron y con ello el enfado del entrenador.
Pese a ello, decidió seguir al frente y luchar por la permanencia. El equipo no comenzó muy bien la temporada pero parecía que el equipo se podría mantener sin problemas con un buen ataque liderado por Pituli y una defensa que necesitaba mejorar.
Tras esto llegó el 8-1 al Barakaldo, un momento de exaltación para el club, pero tras ello la debacle, el equipo cayó en picado y se empezó a cuestionar la continuidad de Fabregat, que decidió seguir con la victoria en Las Palmas.
Pero las cosas empeoraron con la rebeldía de Pituli y la derrota ante el Toledo. Jordi decidió que no seguía y Alberto de las Heras daba la puntilla al proyecto con su marcha al Alcoyano, dejando a parte del vestuario y afición bastante tocados por su forma de actuar.
Llego Cazalilla como salvador, pero poco sumó con un punto en cinco partidos, marchándose al ver que era incapaz de salvar al equipo.
Fue entonces Álvaro Martínez quien se hizo cargo del equipo, empezando con una victoria y un empate y dando esperanzas a un equipo que le quedaba aún aire para salvarse, pero volvieron las dudas y los malos resultados con siete derrotas seguidas y el descenso anunciado.
Pese a ello, se acabó con victoria en La Fuensanta, con el público aplaudiendo al equipo y empate ante el Sestao.
Descenso con 30 puntos y una imagen a mejorar, ahora hay que empezar a trabajar en la siguiente temporada y olvidar la que ya ha pasado.
lo que deberian de hacer es despedir a todos los jugadores, eso para empezar, verguenza les deberia de dar.